V de Vergüenza (novias)

Pequeñas anecdotas relacionadas con novias que me dieron mucha verguenza

"Toto the dog": Cuando tenía 14 años, tuve mi primer novia. Resulta que un día (el primero de algún mes) yo tenía que ir a su casa para arreglar esto de ponernos de novios. Me acuerdo que fui en mi bici amarilla, playera, rodado 24. Me temblaban las piernas y no porque tenía que subir la Pedro Derves con una playera, sino que me daba miedo que la chica me diga que no, que me quería como amigo. Mientras pedaleaba iba ensayando el discurso que había preparado hacía ya unos días.

Después de un largo recorrido, llegué a la casa de la que iba a ser mi novia. Nunca antes había estado ahí, era la primera vez que iba a ver a sus papás y a su hermano, por lo tanto, estaba muy nervioso, quería dar una buena impresión y además tenía que conquistar a la chica, todo tenía que salir bien. Tenía todo planeado.

Dejé la bici encadenada a un árbol que quedaba cerca del portón de la casa (cosa que pueda verla desde la ventana), tomé aire, miré la puerta, y encaré. El caminito hasta la puerta se me hizo largo, las piernas no paraban de temblarme y mientras me repetía internamente lo que tenía que decirle a la muchacha toqué el timbre -RIIIIING- En lugar de escuchar un "¿Quién es?" escuché los ladridos de un perro que parecía acercarse rápidamente a la puerta, no le presté atención y me di vuelta a ver la bici, mientras repetía mi sermón. De repente un estrepitoso ruido a vidrio roto con violencia interrumpió mi ensayo: -CRAAASH- me di vuelta y vi a un perrito marrón rodeado de vidrios rotos, que no paraba de ladrarme, como si no le importara que atravesó un vidrio.

Ahí estaba yo: parado en la puerta de la casa de la chica que me gustaba, con mis inocentes 14 años, mi bici en la puerta, un montón de pequeños pedazos de ventana pulverizada y un perrito ladrándome a mis pies . No lograba entender la situación, estaba aturdido, es decir, no es normal que cuando uno toque un timbre salga la mascota volando por la ventana. Ya no quería estar más ahí, miré la bici que me proponía un fabuloso escape. Cuando estaba por realizar mi retirada abrieron la puerta : un hombre de mucha barba, expresión neutra pero dueña un tono desafiante: el papá. - Hola, está Anita?- dije con la voz atropellada por el miedo, pero como desentendiéndome de el incidente de la ventana. Se empezó a reír y llamó a Anita. En esos 5 segundos antes que la chica llegue creo que dije algo como- Perdón, pero yo no hice nada, toqué el timbre nada más-

Cuando entré a la casa todos se estaban riendo, incluyendo la chica. Yo me quería morir.

Por si les importa, la chica al final me dijo que si. Lo bueno es que Toto (el perrito, nunca voy a olvidar su nombre) no sólo rompió la ventana, sino que ayudó a romper el hielo cuando tuve que declararme.

(Pedro Derbes es una calle super empinada de Puerto Madryn)

Que cagada!: Ya con 16 años, vine a Buenos Aires para hacer unos trámites. Yo estaba enamoradísimo de una chica de acá de Bs. As., a quién había conocido en Madryn 3 años antes. Nos manteníamos en contacto,chateabamos mucho y habíamos tenido ya muchos encuentros. Unos meses antes yo había estado en su casa, así que sabía como llegar hasta allá ( un viaje largo, una hora y media entre subte y colectivo). A mitad de viaje, mi maldito metabolismo rápido empezó a ser lo único en lo que podía pensar ( a mí la naturaleza no me llama, me intima. Mi intestino no me avisa con tiempo, es exigente y si tiene que descargar, manda una innegable orden que deber realizarse en el acto). Estaba en el colectivo y no daba más, tenía que hacer lo segundo, me urgía hacerlo, pero faltaban por lo menos 30 minutos para llegar.

Sudando frío, llegué a la casa, me atendió, nos abrazamos, saludamos, todo. Pero yo no podía sentir ninguna emoción, en ese momento tenía más ganas de visitar su baño que a ella, necesitaba un inodoro y papel pero no podía pedirle permiso para ir,es decir, nos nos veíamos hacía mucho, acababa de llegar, no quedaba bien. Pero no podía hablar, no podía escuchar, no podía pensar, ya casi no podía respirar, necesitaba ir ( en esos momentos pienso con el culo), así que corté el saludo y le dije que tenía que ir al baño. Medio confundida, me dijo- Si, andá-

Sabía que debía ser rápido,tenía que ser el cago de un nija (rapido y sigiloso) , no podía tardar mucho, sino sabrían que hice caca en su baño. Me bajé los liensos a velocidad luz, levanté la tapa y apoyé, sin mirar nada, sin que importe nada : AAAAAAAAAAAAAAH!!-suspiré. Fue como tocar el cielo con el culo.

Así como me lo propuse, lo hice rápido. Cuando me levanto y giré para ver al monstruo que acababa de liberar me quise matar: el inodoro era de esos que tienen terraza y hacen cascada, y mi monstruo estaba haciendo toples en la terraza y no quería irse por más que le caiga un Tzunami. Tiré la cadena dos veces, así que calculo que los que estaban afuera del baño, ya sabían que yo había deshonrado su casa. Pero bueno, no podía dejarlo ahí, tenia que deshacerme de él antes de dejar el baño. Miré para todos lados, pero no había nada que pueda usar como herramienta así que agarre papel y lo empuje con el papel al borde del abismo y el agua logró llevárselo. Salí del baño haciéndome el boludo, pero habré estado como 10 minutos. No me dijeron nada, pero si lo habrán pensado.

**LauCHa**